Tratado sobre el Juego de Integración de las Polaridades

Por Adrián H. Moraza

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Nebadon es una expresión de la Fuente Madre de cuando se encontraba en la octava densidad de la realidad existencial en la materia. Su creación se inició al sentir la curiosidad de experimentar la ilusión desde el grado evolutivo más bajo, en el cual, el alma individualizada tras la fragmentación, caería en el olvido debiendo generar por sí misma el recuerdo de la causa para comenzar a ascender en su camino.

El juego de integración de las polaridades, así como todo juego universal para la evolución espiritual, fue ideado por el Creador, elegido después por los Fundadores al evaluar a la nueva Nebadon; consiste en la integración de dos polos, el bien y el mal, la luz y la oscuridad, para experimentarse las criaturas a sí mismas. Cada alma podrá ascender espiritualmente y aproximarse más a la Fuente Creadora: puesto que a ambos extremos, la evolución alcanza el grado estático. Puede ser representado mostrando la atracción de los opuestos hacia sí mismos resultando la fusión o punto experiencial, que a su vez genera la compasión.

La polaridad positiva, que podemos comparar con la luz, alberga todas las emociones como el amor, la alegría y la felicidad, que están conectadas con nuestros Chakras superiores. A su vez, la polaridad negativa, que podemos comparar con la oscuridad, alberga todas las emociones como el odio, la ira y la agresión, que están conectadas con nuestros Chakras inferiores.

La naturaleza del juego se expresa así: la luz experimenta las emociones de la oscuridad, tales como el dolor físico y emocional, el miedo y la culpabilidad, lecciones que debe aprender a solucionar, comprender y valorar. Así mismo, la oscuridad experimenta las emociones de la luz, tales como la misericordia y la piedad, el amor y la alegría, lecciones que igualmente debe aprender a solucionar, comprender y valorar. La integración es una recompensa por las experiencias superadas o las lecciones aprendidas, ya que la sabiduría interior que nos enseñan procede de la propia fricción de los opuestos.

Los diferentes seres de Nebadon están atraídos, como una expresión de su propia naturaleza, a una de las dos polaridades: los seres inclinados hacia la luz tienen el desafío de encontrar el valor en la oscuridad, y los seres inclinados hacia la oscuridad tienen el desafío de encontrar el valor en la luz; una vez realizado en ellos la integración y forjada la compasión, habrán aprendido los valores del bien y del mal eligiendo tener a ambos en balance como parte de sí mismos.

«[...] no se debe tener en cuenta la maldad de Satanás, sino comprender su naturaleza» (Libro de Isaías).

Se ha escrito en relatos anteriores, por mano de autores anónimos, que la luz es comparada con la recompensa obtenida, mientras que la oscuridad es la escuela que alberga las lecciones. Esto no es así, porque está incompleto: para la polaridad positiva, la escuela que le ofrece las lecciones es la oscuridad y, para la polaridad negativa, la escuela que le ofrece las lecciones es la luz; más la recompensa no procede de los polos en sí mismos, sino que su origen se expresa en la integración de ambos.

Si fuese así, la positividad tomaría de su contrario todas las experiencias que necesita para evolucionar, más para la negatividad, ¿dónde están los motivos de su ascensión? Los seres de esta naturaleza quedarían obsoletos.

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Adrián Hidalgo Moraza es el autor de «La Profanación de Nibiru» (2014), primer tomo de «Sobre Tiamat y de lo que del exterior acaeció», saga de novelas en la que expondrá la Historia Cósmica y Terrestre, según sus recuerdos como Alma Estelar «Walk-In», llegada a su cuerpo actual cuando éste tenía 5 años.

Más información sobre esta obra en el blog «Sobre Tiamat y de lo que del exterior acaeció»:
http://sobretiamatyloquedelexterioracaecio.blogspot.com/